Deporte femenino. Ese que nunca sale en las noticias. Ese que nunca tiene apoyo. Ese que salva la imagen de España en los juegos olímpicos.
(Copiado de twitter)
Hace tiempo que me ronda este tema. Y ahora que he leído esa frase en twitter no lo quiero dejar pasar mas. No hace mucho Jesús también hablaba sobre los deportes 'minoritarios'
Y es que ¿por qué lo llaman 'Deportes' cuando quieren decir fútbol? Fútbol masculino. Claro. Porque lo 'normal' es el fútbol masculino. Día a día, gota a gota, telediario a telediario, se nos recuerda a las mujeres que no existimos, que somos de segunda. A menos eso si, que haya alguna trifulca telecinquera en la que remover, tipo "entrenadora mala y cruel obliga a las chicas de sincronizada a comerse su propio vómito" esto si que vende, el resto el año que os den, bonitas.
Me pongo a imaginar y me imagino que empiezan los 'deportes' y se habla de baloncesto masculino, de balonmano femenino, de fútbol femenino, de hockey, de... deportes, de verdad. Y que salimos todos, que se habla también de mujeres tenistas o esquiadoras o gimnastas en su día a día y no sólo cuando hay alguna cosa que huela a podridillo... es mas, por imaginar me imagino que después de las noticias (y antes de que Wyoming nos cuente la verdad) no sólo hay una extensisisisisima sección fija de media hora con deportes, sino una sección fija de niños, de ciencia, de plantas o de cocina.
Lo mismo que pasa con el deporte, pasa con mas cosas que no vemos. Resulta que vivimos en un país con "Rey" y que su sucesor va a ser el hijo varón, sólo por el mero hecho de serlo, de ser hijo, y de ser varón, y a todos nos parece normal. Resulta que mi hijo tiene el mismo apellido que el bisabuelo de su padre, pero ya ninguno de mi madre ¿Que no pasa nada? Pues pasar, no pasa, pero tampoco pasaría si fuera al revés. Tengo otro 'resulta': resulta que no trabajo, pero eso es harina de otro costal.
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
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